No se trata de la ventaja del primer movimiento, se trata de la ventaja de aprender rápido.
Cuando un lugar de trabajo se siente seguro psicológicamente, los errores son vistos como una parte natural del proceso de aprendizaje, los empleados son menos propenso a esconder las faltas, los managers mismos reconocen públicamente su fiabilidad y muestran curiosidad para conocer las causas de los errores y ofrecen soporte para que estos se abatan, esto es una base para un trabajo eficaz y de alto rendimiento en una empresa.
Hay cierto tipo de errores que deben celebrarse como una práctica diaria, para ello debiéramos cambiar nuestra concepción con respecto al riesgo, fracaso y errores, por experimentación y niveles de logro, si, hay nivel de logro cuando tenemos fijado un objetivo y experimentamos disciplinadamente para aprender, que implica mejorar o pivotar, que serán producto de saber detenerse y reflexionar.
Como líderes debiéramos crear una cultura de celebración de niveles de logro, focalizada en la experimentación disciplinada, para lograr una innovación iterativa, incremental y emergente, lo que significa focalizar en la zona de aprendizaje, probar algo nuevo, sin saber si el nivel de logro del resultado, comparado con un objetivo. Cual sea el nivel de logro, siempre aprendemos algo distinto, lo que nos dará la pauta para volver a empezar.
Procesos como el último de la tabla de costado es en el que es necesario focalizar, ya que alientan a las personas a participar en algo más que seguir adelante, crean el tipo de clima, donde la gente sabe que los riesgos reflexivos bajo una experimentación deliberada y transparente, nos llevarán a un aprendizaje disciplinado, es una inversión, evitan el desperdicio al solicitar soporte inmediato, no existen “mensajeros del fracaso”, ni tampoco “fracaso inteligente”, solo aprendizaje, basado en una cultura de la asunción responsable del riesgo, a través del cálculo y la experimentación, que iterativamente amplia el umbral del riesgo y la resiliencia del negocio.
La mayoría de nuestros colaboradores que no están en un espacio psicológicamente seguro tomarán pseudo ruegos. Tomarán riesgos seguros. Intentarán algo que realmente no están lejos de lo que podría funcionar, pero no están innovando, no están creando valor.
La seguridad psicológica es un fundamento del empoderamiento de equipos, es una herramienta para el aplanamiento de las estructuras, de las jerarquías dentro de la empresa y de la generación de ownership, es necesario ser coherente con esta premisa, sin ella solo tendremos un grupo que interactúa muy lejos de ser empoderado y/o lograr un alto rendimiento.
Miguel A. Martínez.
Abril 2020.